Clínica de Ortodoncia Ceballos es un Smile Center. ¿Qué significa esto concretamente? Pues que además de cuidar de tu salud dental, los doctores están especializados en hacerte sonreír. Tras preguntar a nuestros pacientes, hemos podido comprobar que personas que no sonreían avergonzados por sus dientes comenzaban a hacerlo desde el primer día que llevaban nuestra ortodoncia. La explicación a esto resultó que el mero hecho de estar haciendo algo bueno por ellos y por su sonrisa tenía un efecto «medicinal» casi inmediato que les hacía sentirse más seguros. Ahora sabemos que estas sonrisas resultaron ser el primer paso para una cadena de maravillosos desencadenantes químicos en el cerebro que llevan a nuestros pacientes y a todo el que sonríe a ser más feliz, vivir más y estar más saludable.
Para haceros partícipes de esta conclusión hemos añadido el siguiente discurso en TED:
Recientemente, Ron Gutman (orador, escritor, asesor y empresario), nos dejó una interesantísima charla en TED sobre el poder de la sonrisa. Ahora, nosotros queremos compartir este pedacito de sabiduría con vosotros.
En esta charla, Ron nos indica que nacemos sonriendo. Usando tecnología ultrasónica 3D ahora podemos ver que los bebés en formación parecen sonreír incluso en el útero. Al nacer los bebés siguen sonriendo… al principio, sobre todo mientras duermen. E incluso los bebés ciegos sonríen ante el sonido de la voz humana. La sonrisa es una de las expresiones humanas más básicas y uniformes en términos biológicos.
En un estudio alemán, los investigadores midieron la actividad cerebral antes y después de inyectar Botox para suprimir los músculos de la sonrisa. Los hallazgos respaldaron la teoría de Darwin mostrando que esa respuesta facial modifica el procesamiento neural del contenido emocional del cerebro de una forma que nos ayuda a sentirnos mejor al sonreír. La sonrisa estimula el sistema de recompensa del cerebro en formas que ni el chocolate -un inductor de placer muy conocido- puede igualar.
Todo comenzó examinando las fotos de los estudiantes de un viejo anuario de la Universidad de Berkley tratando de medir el éxito y el bienestar a lo largo de sus vidas. Al medir las sonrisas de los estudiantes los investigadores pudieron predecir cuan gratificantes y duraderos serían sus matrimonios, cuántos puntos obtendrían en las evaluaciones de bienestar y cuánto inspiraría a otros.
Otro de sus descubrimientos fue al comprobar una investigación, en 2010, de la Univ. Wayne State que examinó tarjetas de béisbol de antes de 1950 de jugadores profesionales. Los investigadores hallaron que la amplitud de la sonrisa podía predecir su longevidad. Los jugadores que no sonreían en las fotos vivieron un promedio de sólo 72,9 años mientras que los jugadores con sonrisas radiantes vivieron una media de casi 80 años.
En estudios realizados en Papúa Nueva Guinea, Paul Ekman, el investigador de expresiones faciales más reconocido del mundo, halló que hasta los miembros de la tribu fore, completamente desconectados de la cultura occidental, también conocidos por sus rituales poco comunes de canibalismo atribuían sonrisas a descripciones de situaciones de la misma forma que harían Uds. y yo. Desde Papúa Nueva Guinea hasta Hollywood pasando por el arte moderno de Pekín sonreímos a menudo y lo hacemos para expresar alegría y satisfacción.
¿Alguna vez se han preguntado por qué estar rodeado de niños que sonríen constantemente hace que Uds sonrían más a menudo?
Un dato interesantes es que, mientras ustedes o nosotros podríamos sonreír unas 20 o 40 veces al día: Los niños sonríen unas 400 veces al día.
Un estudio reciente de la universidad sueca de Uppsala halló que es muy difícil fruncir el ceño al mirar a alguien que sonríe. Sonreír es contagioso a nivel evolutivo y elimina el control que normalmente tenemos sobre los músculos faciales. Imitar una sonrisa y experimentarla físicamente nos ayuda a entender si es verdadera o falsa y así podemos entender el estado emocional de quien sonríe.
En un estudio reciente sobre imitación en la Universidad Clermont-Ferrand de Francia se le preguntó a los individuos si una sonrisa era verdadera o falsa mientras sostenían un lápiz en la boca para reprimir los músculos de la sonrisa. Sin el lápiz, los individuos fueron unos jueces excelentes. Pero con el lápiz en la boca al no poder imitar la sonrisa que veían su juicio estaba limitado.
Los investigadores británicos hallaron que una sonrisa puede generar el mismo nivel de estimulación cerebral que 2.000 barras de chocolate
Y a diferencia del exceso de chocolate el exceso de sonrisas nos hace más saludables. Sonreír puede ayudarnos a reducir el nivel de las hormonas que aumentan el estrés como el cortisol, la adrenalina y la dopamina; aumentar el nivel de hormonas que levantan el ánimo como la endorfina y reducir la presión sanguínea.
Y como si eso fuera poco sonreír está bien visto ante los ojos de los demás. Un estudio reciente de la Univ. Penn State halló que cuando uno sonríe no sólo parece más apacible y cortés sino que parece más competente.
En resumen, sonriamos para ser más felices
Por tanto, si queremos vernos geniales y competentes, reducir el estrés, mejorar el matrimonio, sentir que acabamos de comer una barra de chocolate de alta calidad -sin pagar el costo calórico- encontrar 28.000 euros en el bolsillo de una vieja chaqueta que no usábamos desde hace mucho, o queremos vivir más, con más salud y con vidas más felices, sonriamos.